Próximas proyecciones en el CineClub Imaginario

2011
enero
viernes 7
LA CLASE (ENTRE LES MURS) (Laurent Cantet)Francia, 2008
viernes 28
21 GRAMOS (Alejandro González Iñárritu)
EUA, 2003


Casa de la Cultura de Valencina (Sevilla) España, 20:30 horas. Entrada libre hasta completar aforo.

20090219

LA EDAD DE LA IGNORANCIA (Denys Arcand) Canadá, 2007. Sábado, 21 de febrero de 2009

Dirección y guión: Denys Arcand.
País: Canadá.
Año: 2007.
Duración: 104 min.
Género: Comedia.
Interpretación: Marc Labrèche (Jean-Marc Leblanc), Diane Kruger
(Véronica Star), Emma de Caunes (Karine Tendance), Rufus Wainwright
(el príncipe cantante), Sylvie Léonard (Sylvie Cormier-Leblanc), Caroline
Néron (Carole Bigras-Bourque), Didier Lucien (William Chérubin), Macha
Grenon (Béatrice), Rosalie Julien (Laurence Métivier).

Producción: Denise Robert y Daniel Louis.
Música: Philippe Miller.
Fotografía: Guy Dufaux.
Montaje: Isabelle Dedieu.
Diseño de producción: François Séguin.
Vestuario: Judy Jonker.

SINOPSIS
En sus sueños, Jean-Marc (Marc Labrèche) es un caballero con una brillante
armadura, una estrella del escenario y de la pantalla, y un novelista de éxito que tiene a las mujeres rendidas a sus pies. En la realidad, es un don nadie, un chupatintas, un marido insignificante, un padre fracasado que fuma a escondidas. Pero Jean-Marc consigue resistir sin caer en la tentación de su mundo de sueños y decide darse otra oportunidad en el mundo real.

ENTRE LA REALIDAD Y EL DESEO
En su última película tras Las invasiones bárbaras, Denis Arcand prosigue con su retrato crítico de la sociedad postindustrial (y post Mayo del 68), siguiendo la saga de la anterior película y de su predecesora, El declive del imperio
americano. Su discurso, como las anteriores, versa sobre una sociedad en descomposición, en similitud con el imperio romano al comienzo de la Edad Media. La única salida es la evasión hacia la que se precipita el personaje, March Labrèche, como un trasunto de todos nosotros, como arquetipo de una sociedad desideologizada, sin metas y sin rumbo. Es una reflexión sobre la vaciedad espiritual y ética de la vida contemporánea en la sociedad desarrollada, símbolo del resto de las sociedades del bienestar que configura occidente, y que son hoy la materialización palpable del fracaso de los sueños revolucionarios y sesentayochistas, en gran medida, de toda nuestra civilización como espacio real para la vida plena.
El título original francés refleja mucho mejor la tesis de Arcand: La edad de las
tinieblas, entendido como la etapa dominada por el oscurantismo, el triunfo de lo sobrenatural sobre la razón.
El resultado es una comedia ácida, muy del estilo de su realizador, en un ambiente surrealista tanto por los personajes y las situaciones oníricas, como por el escenario donde se desarrolla. Es de destacar la actuación del actor protagonista, Jean-Marc Leblanc.

20090204

PROMISES (J. Shapiro, B.Z. Goldberg y C.Bolado) Palestina, Israel, EUA, 2002. Viernes, 6 de febrero de 2009. 8,30h. Casa de la Cultura de Valencina

Aquí podéis ver la película completa de nuevo

Título original: PROMISES

Género: DOCUMENTAL

Escritor/a, Productor/a, Director/a: JUSTINE SHAPIRO y B.Z. GOLDBERG

Codirector y montaje: CARLOS BOLADO


Nominada al Oscar al Mejor Documental 2002
Rotterdam International Film Festival. Premio de la Audiencia, Mejor Película
Munich Film Festival. Premio Libertad de Expresión.
Jerusalem Film Festival. Premio Especial del Festival.
Locarno Internacional Film Festival. Premio especial del jurado.
San Francisco International Film Festival. Premio de la Audiencia. Mejor Documental.
Vancouver International Film Festiva. Premio de la Audiencia.
Hamptons International Film Festival. Mejor Documental.
Sao Paulo International Film Festival. Premio de la Audiencia. Mejor Documental.
Valladolid International Film Festival. Mejor Documental.
Paris International Film Festival (Rencontres). Premio de la Audiencia a Mejor Película.

El conflicto Palestino-Israelí visto por los niños. Documental rodado en Israel y Palestina. Hablan niños y niñas de ambas partes con tal sinceridad que parece que las cámaras estén ausentes, esta sinceridad propia de los niños nos acerca a comprender, sin tapujos políticamente correctos, la realidad que viven y la tensión que entre ellos existe sin siquiera conocerse.
Muy recomendable para quienes quieran trascender la versión mediática de este conflicto.

Sinopsis

Siete testimonios infantiles sobre lo que significa crecer en Jerusalén. Yarko y Daniel son dos mellizos israelíes interesados en el ejército, la religión y el voleibol. Mahmoud es rubio, de ojos ozules y partidario de Hamas. Le enseñan el Corán en el colegio como un manifiesto por la causa palestina. Su familia es dueña de una tienda de café y especias en el barrio musulmán de la ciudad vieja desde hace 3 generaciones; Shlomo, un niño judío ultra-ortodoxo reza ante el muro occidental. Shlomo estudia el Torá 12 horas al día; Sanabel, una refugiada palestina, proviene de una familia de árabes secularizados. Es bailarina y cuenta la historia de su pueblo a través de la danza tradicional palestina. Su padre, periodista, permaneció encarcelado en una prisión israelí durante dos años sin juicio; Faraj es un refugiado palestino que vive en el campo de refugiados de Deheishe. A los cinco años vio cómo un soldado israelí mataba a un amigo suyo; Moishe, un colono israelí de extrema derecha resume la esencia del conflicto: "Dios dio a Abraham la tierra pero los árabes llegaron y se apoderaron de ella". Los niños se conocen: Cuando Yarko y Daniel ven una foto Polaroid de Faraj surge su curiosidad. Preguntan: "¿Por qué no le visitamos?". Faraj no quiere saber nada de los niños israelíes hasta que Sanabel le reta: "No conozco a ningún niño palestino que haya intentado explicar nuestra situación a un israelí". Dando un paso que coge por sorpresa a los cineastas (y al público), Faraj inicia un encuentro con Yarko y Daniel. Los mellizos viajan al campo. Es la primera vez que han conocido a alguien del "otro lado". Comparten una comida y empiezan a intimar. Pero la promesa de amistad tiene corta duración dado que los obstáculos culturales y físicos frustran sus esperanzas de intimar. Dos años más tarde en un reflexivo y honesto epílogo, los niños, ahora de trece y quince años, comparten sus puntos de vista sobre "el otro", sus pensamientos sobre la posibilidad de conocerse y sus sueños para el futuro.

La hierba que sufre

Yarko, Daniel, Mahmoud, Shlomo, Sanabel, Faraj, Moishe. Siete niños -judios unos, palestinos los otros- que viven a escasos minutos. Siete niños separados, sin embargo, por la vertiginosa distancia creada por la historia de sus respectivos pueblos. Por años de violencia, terror y desarraigo. Por una cotidianidad marcada por el adoctrinamiento, el prejuicio, el fanatismo. Siete niños convertidos, en el magnífico documental Promises, en portavoces de un sector de población especialmente vulnerable al que nadie pide opinión, y en protagonistas de una experiencia reveladora: vivir, aún durante un breve espacio de tiempo, el descubrimiento del “otro”.
La nominación de este trabajo al Oscar de 2002 como Mejor Documental no es sino el justo reconocimiento a la decencia, valentía y habilidad narrativa demostradas por sus tres codirectores : la californiana Justine Shapiro, el bostoniano B.Z. Goldberg (interlocutor de los chavales ante la cámara) y el mejicano Carlos Bolado (responsable también del montaje, cuyo dominio ha demostrado en Como agua para chocolate o en Amores perros.
Rodado entre 1997 y 2000 -esto es, en un periodo de relativa calma, antes del inicio de la Segunda Intifada-, incluye algunas secuencias añadidas dos años después, cuando la reactivación del odio y su cosecha de dolor abren fisuras en la esperanza de los tempranos adolescentes.
El trío realizador nos sumerge en la vida de la abigarrada Jerusalén y en la de los campos de refugiados situados en su entorno con una notable inteligencia; esto es, descubriéndonos la pavorosa complejidad del conflicto palestino-israelí sin obviar ninguno de sus matices, sin construir un discurso unidireccional, abandonándose con toda sabiduría a la espontaneidad de sus personajes. Su recorrido por ese universo en el que son omnipresentes las armas, la amenaza latente o el recuerdo de las víctimas de uno y otro lado, desborda de esa manera emoción y sinceridad. Derrocha también un cálido humor y hallazgos narrativos tan brillantes como un improvisado duelo de eructos o la cómica declaración de principios de una princesilla atrapada por dos sillas apilables.
Hijos de judíos liberales descendientes de víctimas del nazismo o de rabinos integristas, hijas de militantes presos o de colonos sionistas, habitantes de los barrios árabe o judío de Jerusalén, de campos o de asentamientos... los niños ofrecen el reflejo nítido del laberinto iniciado aquel ya lejano 29 de noviembre de 1947, cuando la ONU aprobó partir el territorio recién abandonado por Gran Bretaña en dos zonas, una israelí y otra palestina.
El deseo de un futuro mejor, representado en la imagen de un recién nacido envuelto en una manta de voluntarista estampado, no oculta una realidad que tiempo atrás apuntaba el filósofo George Murrel: “cuando dos elefantes se pelean, es la hierba la que sufre”