Próximas proyecciones en el CineClub Imaginario

2011
enero
viernes 7
LA CLASE (ENTRE LES MURS) (Laurent Cantet)Francia, 2008
viernes 28
21 GRAMOS (Alejandro González Iñárritu)
EUA, 2003


Casa de la Cultura de Valencina (Sevilla) España, 20:30 horas. Entrada libre hasta completar aforo.

20100319

LA INGLESA Y EL DUQUE (Eric Rohmer) Francia, 2001. Sábado 20 de marzo de 2010

Dirección: Eric Rohmer
País: Francia
Año: 2001
Duración: 125'
Interpretación: Lucy Russell (grace Elliott), Jean-Claude Dreyfus (Duque de Orleans), François Marthouret, Léonard Cobiant, Caroline Morin, Alain Libolt, Héléna Dubiel, Laurent Le Doyen, Serge Wolfsperger, Daniel Tarrare, Charlotte Véry.
Guión: Eric Rohmer. Basado en la novela "Ma vie sous la révolution" de Grace Elliot.
Producción: Françoise Etchegaray.
Música: Jean-Claude Valero.
Fotografía: Diane Baratier
Montaje: Mary Stephen.
Vestuario:Pierre-Jean Laroque.
Decorados: Antoine Fontaine.


Sinopsis

La inglesa y el duque
está basada en la autobiografía de Grace Elliot (Lucy Russell), quien fuera amante del duque de Orleans (Jean-Claude Dreyfus) en los tiempos de la Revolución Francesa. Sospechosa de ser espía británica, Grace, a través de su óptica monárquica, retrató el devenir histórico de una ciudad de París convulsionada por el escenario de sangre y muerte que sucedieron al estallido revolucionario.


La realidad pintada

La Revolución Francesa globalizó la libertad y la igualdad, las inauguró como se "descubre" un continente y las fijó como pilares de esa estructura polimorfa y quebradiza que ha sido (que es) la modernidad. Pero desde el principio se sacrificó la tercera punta del ideal revolucionario. La fraternidad no se asimiló ni se ha asimilado por ahora nunca como aspiración política. Apenas unos pocos pasos tecnológicos separan la guillotina de la silla eléctrica.

Eric Rohmer arriesga su popularidad para denunciarlo en La inglesa y el duque, en la que revisa el mítico episodio revolucionario desde un punto de vista incómodo: el de sus víctimas aristocráticas. Sale así el veterano realizador francés (81 años, más de treinta películas) del genial y genuino universo de sus citas con el París contemporáneo casi un cuarto de siglo después de su última recreación histórica, Perceval le Gallois (1978). Y lo hace para traducir casi literalmente al cine las memorias de Grace Elliot, dama escocesa que vivió en el París de los años más sangrientos del gobierno jacobino de Robespierre, convencida monárquica y al mismo tiempo amante del Duque de Orleáns, un intrigante político revolucionario.

Más allá de la polémica que haya podido suscitar Rohmer al cuestionar el triunfalismo popular con el que se ha evocado siempre este hito del nacionalismo francés (y de toda la tradición liberal posterior), La inglesa y el duque tiene sobre todo un excepcional interés en su forma. Para recrear el París de finales del XVIII, Rohmer ha desechado cualquier alarde de fidelidad restauradora. Encargó a un pintor una serie de paisajes y sobre ese fondo, en el que reconocemos desde luego la iconografía romántica de la época, ha insertado a los actores en un proceso equivalente al rodaje "en vacío", tan utilizado por el cine en los años 30 y 40 y muy mejorado ahora por las posibilidades del tratamiento digital de la imagen.

20100302

KONTROLL (Nimród Antal) Hungría, 2003. Viernes, 5 de marzo de 2010.

Dirigida por Nimród Antal
Escrita por Jim Adler y Nimród Antal
Editada por István Király
Sándor Csányi ...... Bulcsú Zoltán
Mucsi ....... Profesor
Csaba Pindroch .... Muki Sándor Badár ..... Lecsó
Zsolt Nagy ............ Tibi Bence Mátyási .... Bootsie
Gyözö
Szabó ........ Shadow Eszter Balla ........ Szofi

La historia
El argumento de la película es elegante en su simpleza, centrándose en un equipo de cinco "controladores" del metro de Budapest, cuya labor consiste en comprobar que los pasajeros tengan los billetes apropiados. Estos controladores no disfrutan del respeto del público, y por ello se ven constantemente en situaciones tensas o frustrantes. Y para empeorar la situación, sus jefes están preocupados por el elevado número de suicidios que recientemente han ocurrido en el metro, aunque Bulcsú (Sándor Csányi), un avispado controlador con un pasado misterioso, sospecha que quizás no sean realmente suicidios, sino crímenes de una misteriosa figura que empuja a los pasajeros sobre la vía...

Comentario
Aunque la sinopsis puede sonar como un deprimente drama sobre las clases bajas de la sociedad húngara, en realidad "Kontroll" tiene abundantes elementos de comedia, misterio y un onírico tono que recuerda en ciertos momentos la obra de David Lynch, aunque con un humor mucho más mordaz y entusiasta. De hecho, si hubiera que hacer comparaciones, diríamos que "Kontroll" se asemeja en tono y estilo con "After Hours", de Martin Scorsese. El argumento es totalmente distinto, pero ambas evocan ese particular estado mental que combina confusión y lucidez en iguales proporciones, mostrándonos el mundo de forma a la vez prosaica y compleja, con un tinte etéreo que puede rápidamente variar entre agradable sueño y horrible pesadilla. Pero, a fin de cuentas, lo mejor de "Kontroll" es el retrato que hace de una subcultura que, estando aislada de la sociedad "normal", empieza a transformar su particular realidad, adaptándose a las circunstancias y creando situaciones y costumbres que podrían resultar extrañas para el resto de la población, pero que de algún modo funcionan dentro de su particular universo."Kontroll" es una película de muchos niveles, y al mismo tiempo que podemos reír con sus excéntricos personajes y emocionarnos con sus escenas de acción (como una tensa carrera en las vías del tren), también podemos cavilar sobre las posibles interpretaciones que puede tener la película, realizada por completo en el subsuelo de Budapest. Y al ser partícipes por un momento de ese frío y oscuro mundo, quizás podamos apreciar más nuestra diaria existencia, o al menos entender las razones de quienes la repudian. Desde el punto de vista técnico, la cinta es sobresaliente. Quizás puede parecer víctima de sus escasos recursos, pero en realidad la fría cinematografía y las severas locaciones aportan un aire de realismo que contrasta y subraya el tono surreal de la película, que va acentuándose conforme avanza la trama, de tal forma que para cuando llega el final no estamos seguros si estamos viendo la "realidad", o un sueño del protagonista, o simplemente una hermosa metáfora visual que el director ha elegido para concluir la historia de forma triste pero optimista."Kontroll" es una rara y estimulante experiencia fílmica que camina con aplomo sobre esa delgada línea entre drama humano y mórbida comedia, teniendo éxito en ambos campos, pero sin comprometerse con ninguno. El trabajo de los actores es brillante, y la dirección de Nimród Antal es firme y llena de energía. Especialmente recomendable para audiencias, como la de este CineClub Imaginario, cansadas de las trilladas fórmulas del cine contemporáneo.
(Basado en una crítica de Pablo del Moral)
Tráiler de la película: